Este es un hojaldre que, cuando eramos pequeños, nos daban para cenar los días de vigilia, me acuerdo que nos encantaba y he querido recordar los tiempos de mi niñez.
Este plato lo hice para el RECETARIO MAÑOSO en un reto de Cocina de Cuaresma.
Este pastel es muy fácil de hacer, siempre que el hojaldre lo compres hecho, este es de lidl, que para mi gusto es buenísimo.
Hacer una fritada con cebolla, pimiento rojo, calabacín, berenjena y tomate triturado, dejarla hacer hasta que esté bien pochada.
Colocar el hojaldre en un molde alargado con papel de horno debajo, para que se desmolde bien y encima la fritada, colocar unas sardinas frescas sin espinas ni escamas. Poner al horno 200 grados a una altura media, sacar cuando este dorado.
Se puede comer tibio o a temperatura ambiente.
Esto es todo, a disfrutar.
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