Tenía media gallina de un caldo que había hecho y pensé que mezclada con jamón tenían que resultar unas croquetas riquísimas y como había bastante cantidad, parte de la masa la emplee para rellenar unos pimientos, que también quedaros muy buenos.
Supongo que en cada casa la bechamel y en general todos los platos, se les da el toque personal. Digo esto, porque cuando leo una receta de croquetas nunca está hecha como la mía.
Esta es mi forma de hacer la masa de croquetas.
Frío cebolla muy picada, añado el relleno, también muy picado, doy unas cuantas vueltas y añado la harina. Rehogo bien todo para que no sepa a harina cruda y voy añadiendo la leche, directamente de la botella a pocos, según vea como va quedando y sin parar de dar vueltas hasta que la masa se despega de la sartén, poner la masa en una fuente y cuando se enfríe, darle forma. Generalmente las de pescado las hago redondas, para diferenciarlas, si es que congelo parte.
Los pimientos simplemente los relleno con esa masa y los rebozo, primero harina y después huevo. freír en aceite caliente y poner encima de papel de cocina para que suelte el aceite sobrante.
Espero que os gusten estos platos de reciclaje.
A disfrutar.
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